La sombra de tus párpados es un refugio
ahí me quedo, para no perderme en la infinidad
ni hundirme en la inmensidd de tus ojos.
Que mi alma y mi corazón no divaguen
en eterna espiral que serpentea y se diluye
en lo profundo de tu alma misteriosa.
El destello de tu ser
me ilumina? me abruma
tanteo, desnudo,
quiero asirme a algo, que me recuerde a mi
pero de mi ya nada queda.
Tal vez a tus oidos nunca llegue
el grito sordo que perdí en tu mirada,
tus manos permanecen inmóviles
y aún no sabes si yo existo siquiera
ni yo se si realmente existes.
En fin, ya se lo que va a pasar:
como un mendigo, extenderé mi mano,
esperando el delicado roce de tus dedos;
me estremecerá el frío de unas monedas
y buscaré tus ojos, para decirte "gracias".
Pero tu atención estará lejos, en algún otro lado,
tal vez con él.
Y yo, me bajaré del vagón, uno de tantos
sin la herida de tu mirada o de tu sonrisa.
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