martes, 5 de marzo de 2013

Sobre los inconvenientes de tener ciertos apellidos.

Mini-cuento para matemáticos
¿Quién puede evitar recordar al descubridor de la Suma de Riemann, o de las Series de Fourier, la Identidad de Euler o aún la constante de Krapekar?
He aqui una historia de cierto matemático que tuvo cierta dificultad en este aspecto. Nuestra historia se desarrolla en el siglo XXi cuando Christian Serie descubre un número con cuertas peculiaridades. No me detendré a explicarlas, tan solo a comentar que hubo cierta confusión pues en honor a su descubridor se llamaba al número "Número de Serie". Peor aún fue cuando descubrió también que el Número de Serie era el dominio de convergencia de una suma infinita, qe pasó a ser llamada "Serie de Serie".
Esta confusión llevó a los matemáticos a considerar el nombre de pila del Dr. Serie. Pero decidieron dejarlo pues el nombre "Christian Number" o "Número Cristiano" causaría revuelo. Ya tuvimos esa experiencia con la "Partícula de Dios". Y para números místicos ya tenemos phi.
Así pues, el nombre Serie se quedó grabado en la jerga matemática. Hoy incluso se utilizan términos como "Fuera de Serie", "Miniserie" y "Producción en Serie".
Este relato debe servir de moraleja a científicos y matemáticos: si se busca hacer algún importante descubrimiento, procúrese tener un buen apellido.

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